jueves, 19 de febrero de 2015

El molino hecho añicos. Transmisión de riesgos y costes en un caso real

Una empresa gallega acordó hace unas semanas en el Juzgado de lo Mercantil un pago de 280.000 euros a Acciona por los daños que sufrieron en la cubierta del buque las palas de unos aerogeneradores con destino a Polonia


El encargo logístico salió más caro de la cuenta, en total 280.000 euros por encima del precio pactado para el envío de la mercancía. La cifra fue la que finalmente acordó pagar la empresa Kaleido Logistics, una firma gallega dedicada a servicios logísticos y de transporte internacional, a Acciona Windpower, antes de encontrarse en el juicio en el que se habían citado en el Juzgado de lo Mercantil de Pamplona. Acciona, que reclamaba de inicio 803.000 euros por los daños causados en los componentes de sus aerogeneradores, entre ellos una pala que quedó inservible para su funcionamiento, se conformó finalmente con el acuerdo transaccional por la cantidad citada (280.000 euros) que será pagada en dos plazos.
La historia tiene tres puntos de origen, dos puertos de embarque y un final abrupto en Europa central, adonde la mercancía llegó tocada. El transporte se originó en Lumbier, Barasoáin y Begonte, lugares todos ellos donde Acciona posee centros de fabricación. De allí se iban a enviar nacelles, bujes, puntas de cono y palas de hasta 56,7 metros que a través de los puertos marítimos de Bilbao y Ferrol tenían como destino el puerto de Swinoujscie (Polonia), de donde se procedía a recargarlos sobre camión en segunda zona de acopio para finalmente trasladarlos al parque eólico de Gostyn, también en Polonia y que se puso en marcha a comienzos de 2013.
El transporte se ejecutó en dos envíos de mercancía: uno que partía a bordo del buque Lydia con el material más ligero y que iba de Bilbao a Polonia, directamente. El otro envío, en el que se incluían las 15 palas para aerogeneradores, se transportarían desde el puerto de Bilbao, con escala en Ferrol, y el mismo punto de destino. Se ejecutó en el buque Amiko. Pero en el trayecto ya desde Galicia hasta su punto final ocurrió el siniestro y el buque fue desviado al puerto de Gijón para analizar los daños que sufría el porte. El apercibimiento de los daños se produjo el 9 de noviembre de 2012.
La demanda inicial de Acciona
Reclamaba 803.000 €
En su demanda, que presentó en el órgano judicial navarro, Acciona Windpower realizaba con pormenorizado detalle el repaso de la actuación logística que terminó como el rosario de la aurora. Las operaciones de carga y estiba de la mercancía fueron subcontratadas por la empresa demandada a otra firma y, al parecer, llegaron correctamente a El Ferrol, pero allí, en el mismo puerto gallego se procedió al remonte de las palas que habían sido cargadas en Bilbao para cambiarlas de posición a fin de cargas sobre cubierta 9 de esas palas (de 48,9 metros). Después de esa modificación, el buque partía de Ferrol el 4 de noviembre de 2012 y tenía prevista su llegada al puerto polaco el día 9 del mismo mes.
Las palas y el resto de piezas se fabricaron en Lumbier y Barásoain. Salieron de Ferrol hacia Polonia, pero en Gijón ya tuvieron que evaluar daños
De las 15 palas transportadas, diez fueron dañadas y una inservible. La sujeción de las cargas f
Pero por el camino se truncó la marcha de los molinos. El día 5, por la mañana, se puso en contacto la logística gallega por e-mail con varios responsables de Acciona porque “habían sido informador por el armador del Amiko de que se había producido un movimiento de una de las palas de cubierta”. Posteriormente, comunicó los daños: “Se ha roto la cuna de abajo y eso ha provocado que se desmoronasen las paleas de encima”. Dicho mensaje era de lo más aclaratorio: “Lamentablemente los daños no parecen leves”, informaba, por lo que atracaría en el puerto de Gijón, desviándose de su ruta, para proceder a la inspección de los daños.
Una vez amarrados de nuevo, se realizaron dos inspecciones en puerto e incluso se decidió descargar las palas en uno de los diques del muelle, a fin de inspeccionar mejor los daños sufridos por las palas y tomar una decisión sobre qué hacer con las mismas. Los días siguientes se realizaron nuevas visitas por un perito y por varios técnicos de Acciona, encargados de valorar la reparación de los desperfectos. Después de los análisis efectuados, se constató que existía un elevado número de palas dañadas (en total 10 de las 15 que se transportaban) pero se decidió enviarlas todas a su destino “con el fin de no perder el coste del flete ya contratado y evitar un incremento de costes (en caso contrario, habría que haberlas devuelto a sus factorías de origen, como Ponferrada y Lumbier y eso podría acarrear también penalizaciones por los retrasos en la entrega de la mercancía)”. Tras reponer los útiles de transporte dañados por unos nuevos, y reubicar la carga, el buque partió el día 9 de noviembre y llegó seis días más tarde a Gostyn.
El informe pericial
El trincaje de la carga y el apoyo fue defectuoso
Los peritos resultaron cruciales para determinar las causas que motivaron los desperfectos, tras llevar a cabo numerosas inspecciones tanto de las palas dañadas, como de los útiles de transportes y del trincaje de los mismos en cubierta. Reflejaban así que “la causa de los daños en la mercancía por la rotura de los bastidores del útil de transporte para palas se debió a un trincaje (sujeción, atadura) defectuoso de la carga, al haber sido apoyada indebidamente los perfiles longitudinales de la base inferior del útil de transporte sobre cuatro vigas metálicas en forma de doble T, soldadas a la estructura de cubierta del barco, habiendo sido colocadas éstas de forma intermedia y no sobre los dados, lo cual dejó en voladizo las esquinas de la estructura (dados) donde se concentran los mayores esfuerzos”, según rezaba (sic) dicho informe aportado en el órgano judicial.
En cuanto al particular de los daños causados, de las 15 palas de aerogeneradores de Acciona transportadas en el buque Amiko, diez de ellas sufrieron daños materiales de distinta consideración por impactos y/o roces sufridos. Tres de estas palas fueron las “más gravemente dañadas y de estas mismas, una de ellas, del fabricante LM, resultó irreparable dado que poseía daños estructurales, siendo declarada pérdida total, y las otras dos pudieron finalmente ser reparadas, junto con las otras siete más igualmente dañadas pero de menor magnitud”. Después de tales significaciones en los informes periciales, la empresa logística gallega se avino a acordar con Acciona una cifra menor a la que se reclamaba de inicio para así saldar antes de entrar en sede judicial un viaje de lo más accidentado.

Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2015/02/17/sociedad/navarra/el-molino-hecho-anicos 

1 comentario:

  1. Vaya máquinas los que cargaron las palas en Ferrol. Lo peor de todo, es que se cargan cientos de palas al año en Ferrol porque es uno de los productos más exportados de los que se fabrican en la comarca.

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