Fuente: NY Times: http://bits.blogs.nytimes.com/2014/09/25/dhl-to-begin-deliveries-by-drone-in-germany/?_r=1
La alemana DHL ha sido la última empresa en seguir la estela innovadora de Amazon y Google. De acuerdo al NY Times, DHL lanzó en septiembre de 2014 un proyecto piloto de enviar paquetes mediante drones autónomos a zonas de difícil acceso, como es el caso de la isla alemana de Juit citada en el artículo.
¿Es este realmente el futuro de la paquetería?
Hoy en día los drones aéreos están muy extendidos en actividades de todo tipo: operaciones militares, control de cosechas, ocio. Es decir, son una tecnología relativamente fácil de manejar, de coste no muy alto y de uso extendido. Por ello cabría pensar que una evolución lógica del reparto a domicilio fuera esta, envíos rápidos, asequibles, personalizados y, si se quiere, ecológicos.
Sin embargo, estos vehículos presentan una serie de limitaciones que hacen dudar de si este sistema de reparto es real o si es sólo una campaña de promoción de DHL, Amazon y Google.
El autor menciona algunos inconvenientes del drone. El primero es la autonomía, que se limita a unos 30-45 minutos. Esto reduce bastante el radio de acción: volando a unos 60 km/h, teniendo en cuenta que hay trayectos de ida y vuelta, tendría un radio de unos 15 km. Este límite, en principio, parece subsanable ya que las baterías cada vez tienen mayor capacidad y autonomía.
Sin embargo, el artículo señala un segundo obstáculo insalvable: el tiempo atmosférico. Al tratarse de vehículos muy ligeros, el de DHL es de solo 1,3 kg, el viento puede desviarlos de su rumbo e incluso desestabilizarlos, con riesgo de estrellarse y perder la carga y el vehículo. Si a ello añadimos condiciones lluvia, nieve o granizo, el uso continuado del drone parece inviable.
Un problema muy grave que no se menciona es cómo entregar la carga en el sitio correcto, es decir, la navegación. En los vídeos demostrativos que se pueden encontrar en internet, los aparatos entregan siempre con éxito sus cargas a domicilio. Lo que llama la atención de los sitios de destino es que siempre son zonas amplias y despejadas de obstáculos que, en algunos casos tienen incluso señalizado un punto de entrega, lo cual es, cuando menos, excesivamente idílico. La mayoría de viviendas tendrán árboles, tendidos eléctricos, pájaros…etc, alrededor, con lo cual, salvo que el drone conozca perfectamente el entorno, sepa esquivar obstáculos y tenga radioayudas de navegación en el destino, parece complicado que siempre pueda entregar satisfactoriamente. Este problema se acrecenta en destinos urbanos. Por muy bien guiado que esté el aparato por GPS y redes de telefonía, dudo que actualmente puedan salvar obstáculos de esas clases.
Además, considerando el limitado radio de acción, a la larga podría ser un método ineficiente por dos motivos. Primero, salvo que se cambie el diseño (se puede admitir que está en fase de prototipo todavía), solo puede llevar un paquete por viaje y de pequeñas dimensiones. Segundo, para que hubiera capilaridad suficiente en la red de reparto, requeriría de que la empresa dispusiera de múltiples centros logísticos con sistemas de control y reparto de paquetes vía drone. Es decir, harían falta cuantiosas inversiones para tener una red adecuada y cuota de mercado relevante. Podrían citarse más problemas.
En resumen, aun siendo un medio atractivo para casos muy puntuales, presenta tales inconvenientes que parece más una campaña de publicidad para promocionar los medios tecnológicos de grandes empresas que un sistema viable.
Pablo Sánchez Lorenzo
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