La Unión Europea tiene una nueva política de infraestructuras de transporte que conecta el continente entre Oriente y Occidente, el Norte y el Sur. El objetivo de esta política, desarrollada mediante el proyecto TEN-T, Connecting Europe, tiene como objetivo cerrar las brechas entre las redes de transporte de los Estados miembros, eliminar los cuellos de botella que aún obstaculizan el buen funcionamiento del mercado interior y superar las barreras técnicas, en la medida en que éstos son incompatibles para el tráfico ferroviario. El objetivo final de este proyecto no es otro que ayudar a la economía en su recuperación y crecimiento de forma sostenible y permitiendo la adaptación de los avances tecnológicos. El presupuesto con el que se cuenta es de € 26 mil millones hasta 2020.
En el caso de España, existen dos vías de comunicación con el continente: el Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico que, como se puede deducir, discurren por ambos extremos de la cordillera pirenaica. Estos dos corredores se encuentran dentro del proyecto de mejora de las comunicaciones de la Comisión Europea, tal y como podéis consultar en el siguiente resumen:
TRAVESÍA CENTRAL DE LOS PIRINEOS
Sin embargo no existe todavía un corredor intermedio que atraviese los Pirineos por su parte central; aunque sí existe un proyecto para ello, denominado Travesía Central de los Pirineos (TCP). Resulta interesante y llamativa esta cuestión dadas las cifras de transporte por esta zona existentes en la actualidad y las que se prevé que podrían ser alcanzadas en el caso de existir dicho corredor; suponiendo todo ello un impacto sobre la economía aragonesa, española y europea, así como una mayor sostenibilidad medioambiental de los transportes.
Lo cierto es que para llevar a cabo este proyecto es necesario el acuerdo y el compromiso por parte de los gobiernos español y francés, los cuales no han sido alcanzados todavía. Esta falta de consenso se debe en gran parte a las reticencias de Francia, en principio, por la cuestión de la financiación; mientras que el interés por parte, no solo del Gobierno de Aragón, sino del propio Estado español, es elevado dadas las implicaciones económicas que este proyecto supondría para nuestra economía.
Ante esta situación cabría preguntarse: ¿Es verdaderamente tan necesaria la TCP? ¿Sería significativamente positivo el impacto sobre las economías española y europea? Y, de serlo así, ¿por qué no se ha incluido todavía en la red principal?
Y, por otro lado ¿llegarán España y Francia un acuerdo para su desarrollo? En caso positivo, ¿la incluirá la Comisión Europea en su Proyecto dotando de financiación para su construcción?. O, en cambio, ¿seguirán las relaciones entre España y Francia en una espiral de promesas que nunca llegan a cumplirse, tal y como lleva ocurriendo desde que en 1970 se cortase la comunicación ferroviaria a través de Canfranc?
Leticia Pascual Júdez
http://ec.europa.eu/transport/themes/infrastructure/doc/com%282011%29_650_final_2_annex_i_part16.pdf El mapa de infraestructuras de España y Portugal para mercancías. http://ec.europa.eu/transport/themes/infrastructure/doc/com%282011%29_650_final_2_annex_i_part17.pdf Transporte para pasajeros
ResponderEliminarCreo que la TCP intentó ser excluída por la Comisión en la revisión de infraestructuras a incluír en la red TEN-T ya que Francia se negaba a financiar su parte. Ésta infraestructura sólo tendría un sentido fundamental en el caso de que Euskadi y Cataluña se independizaran y pusiesen aduanas. Al igual que el túnel de Canfranc, que llega a una carretera secundaria, sin visos por parte francesa de construirse una autovía, la TCP continuará en papel por años y años. Comentar que además sería necesario construir un tunel de base parecido al del San Gotardo de 50000 millones de euros de coste mínimo. Imposible por el momento de que vaya para adelante...